Durante los días siguientes, la dinámica que se siguió fue muy parecida. Primeramente, durante la primera media hora o cuarenta y cinco minutos, se realizaban ejercicios de activación sin patines. A continuación, las participantes se ponían los patines y se realizaban diferentes juegos con patines. Sobre las 10:45-11:00 llegaba el desayuno: bocadillo, fruta y agua. Con las pilas cargadas, era el momento de aprender diferentes técnicas de patinaje como giros, saltos, frenadas, equilibrios, etc. Finalmente, media hora antes de finalizar la jornada, era el momento de sacarse los patines y realizar estiramientos y unos cuantos juegos de relajación.
El último día, el sábado, las participantes del campus realizaron una exhibición a las 12 del mediodía donde entraron los padres, madres, familiares y amigos para ver todo aquello que las patinadoras habían aprendido. Además, para finalizar la actuación, se montó un circuito de obstáculos con una pequeña competición entre ellas con la que se lo pasaron pipa.
Nuevamente, estamos muy contentos con esta segunda actividad que hemos albergado en la comarca de Matarraña. Queremos agradecer la disposición de La Portellada y su alcaldesa Glòria Serrat que nos ha recibio en todo momento con los brazos bien abiertos. ¡Esperamos poder volver pronto!